Los viajes espaciales para turistas y el marketing

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El turismo espacial despega. Y esta vez parece que va en serio. Y son muchas las implicaciones de todo orden, incluido el marketing y por supuesto en nuestra agencia de marketing, de este sector incipiente que parece llegar cargado de futuro. En la pequeña pugna por ser el primero y acaparar la deseable atención mediática y credibilidad que requieren estos proyectos, Richard Branson se ha adelantado. Tras muchas dilaciones, el empresario británico viajó días pasados él mismo en una de las naves de su empresa Virgin Galactic. 

Jeff Bezos alcanza el espacio y culmina con éxito el vuelo con tripulantes de la nave Blue Origin

Esta semana ha sido el multimillonario Jeff Bezos quien ha acaparado titulares con su paseo mas allá de la mítica línea Kàrmàn, que marca oficialmente el límite entre la atmósfera y el espacio exterior. El tercero de este trío de ases no es otro que el también multimillonario Elon Musk, el hombre de Tesla, que también ha fijado los ojos en el espacio. Y nada menos que en Marte con su empresa SpaceX.

Los sectores mas críticos ven en estos proyectos una nueva carrera espacial entre personas sobradamente millonarias que se embarcan en aventuras galácticas enormemente contaminantes para el sufrido planeta Tierra. Hay quien, como mas visión de futuro, no deja de encontrar paralelismos con otras epopeyas de la historia de los viajes.

Primero van los aventureros, luego los ricos y poderosos y con el tiempo, se convierte todo en ‘main stream’. Finalmente, llega el ‘low cost’. Lo hemos visto en la aeronáutica y es mas que probable que lo veamos en la astronáutica. Tiempo al tiempo.   

Identidad corporativa de las principales empresas de turismo espacial

Sea como sea, todos los pasos de estas aventuras son bien calculados desde el punto de vista de su branding, marketing y hasta simbología. Todo importa, nombres, colores, reacciones. Si es crucial que los motores funcionen la puesta en escena también lo es. Virgin Galactic. Blue Origin. SpaceX. Las tres principales empresas en disputa tienen nombres en los que, de algún modo, resuenan los sueños de ir al espacio de aquellos niños que se criaron con las aventuras de La Guerra de las Galaxias. Tienen ese punto romántico del que carece Tesla, por poner un ejemplo.

También hay cierta similitud entre ellos en los colores que emplean y cierta iconografía espacial. Como colores dominantes en logos, marcas y diseños tenemos el azul y el blanco en los tres casos. La elección parece parece bastante justificada en el caso de Blue Origin, que incluye el propio nombre del color en su naming. Bezos cuida especialmente estos detalles y su empresa tiene hasta un lema en latín: Gradatim ferociter, que suele traducirse como paso a paso, con ferocidad.

Tanto Bezos como Branson han lucido uniformes azules y de aspecto muy similar. Vestimenta de cómodas y atlética que tiene poco que ver con aquellos trajes pesados de los primeros astronautas. Hay que hacer llegar a los futuros clientes esa imagen de que todo ahora es muy sencillo. Ahora uno puede salir al espacio en chándal y zapatillas y no con ese pesado traje de Neil Armstrong. Sin embargo, de algún modo, éstos son sus referentes.No por casualidad, el dueño de Amazon ha elegido el día 20 de julio para estrenar su nave. Fue precisamente el día que el hombre piso la Luna por primera vez.

Lo que ha sido un pequeño paso no para la humanidad sino para la historia del turismo puede ser un enorme paso para el marketing.

¿Son los nuevos aparatos de Virgin Galactic, Blue Origin y SpaceX la nueva frontera del marketing?

 Asociar nuestra marca a ellas puede resultar muy interesante y cuando menos, tentador. La idea de hacer marketing fuera del planeta Tierra en realidad no es del todo nueva.

En 2001, Pizza Hut pagó un millón de dólares en marketing con el objeto de enviar pizzas al espacio exterior cuando su pizza sellada al vacío llego a la Estación Espacial Internacional (ISS). Con los altísimos costes de las aventuras del turismo espacial en curso, no parece descabellado pensar que en un futuro, además del blanco y azul de estas naves y de sus nombres de resonancias futuristas y románticas, puedan parecerse a las carrocerías de los coches de Formula 1.

Por el momento, Bezos se adelanta a las jugadas en eso de unir el nombre de sus empresas con causas varias. El mismo día que va al espacio exterior y vuelve a la Tierra dona a la ONG del chef José Andrés 100 millones de euros. Turistas en el espacio y solidarios con los desfavorecidos de la Tierra. Y todo con el sombrero de cowboy. Otra imagen para la historia.

 

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