“El 60% de los trabajadores no se expresa como realmente es por miedo a no encajar”. Cuando hablamos de “diversidad” no nos referimos solo a los diferentes grupos de raza, orientación sexual, género, edad o distintos perfiles profesionales, sino a la consideración y respeto de cada individuo y sus características únicas.

 

Si cada individuo se expresa al 100%, como realmente es, su contribución al equipo y a su trabajo diario será mucho mayor y mejor.

Apostar por la diversidad y la inclusión es beneficioso para todos, para los empleados, los líderes, los clientes, los consumidores y mejora considerablemente la creatividad, la innovación y el crecimiento de una compañía.  Cuando hablamos de “inclusión” nos referimos a la creación de un entorno cultural y social en el que las diferentes identidades de las personas son valoradas, potenciadas y vistas como esenciales para el éxito del grupo en cualquier entorno dado. El reto de la inclusión afecta a todo el mundo y existen muchas erróneas interpretaciones del concepto de Diversidad e Inclusión.

 

Es vital tener en cuenta la importancia de abordar la situación dentro de una compañía como responsabilidad de todos y no de grupos concretos o de departamentos como el de RRHH o la dirección. El objetivo es empoderar a los compañeros, aprovechando las complementariedades de cada uno de nosotros para trabajar juntos respetando las diferentes identidades y enriqueciendo el resultado final.  ¿Como «trabajar» la diversidad o la inclusión? La diversidad se define por varias dimensiones de la identidad humana en todo el mundo. Necesitamos comprometernos con un plan de inclusión que no sea una solución única para todos y que atienda y respete a cada entidad. Se ha de crear un plan que contenga prácticas consistentes y de acción deliberada para crear y potenciar un espíritu de pertenencia, conexión y propósito. El objetivo es catalizar la creatividad e impulsar la innovación de la compañía desde la diversidad y la inclusión.

 

Para llevar todo esto a la práctica, poder evolucionar y medir los progresos, se tienen que desarrollar diferentes workshops, con el objetivo de elaborar una “herramienta” o “guía” que marque unos objetivos para mejorar la situación actual de cada oficina.

Nuestros esfuerzos para crear una cultura más inclusiva aumentarán la reputación de la compañía, nuestra capacidad de retener y atraer talento y clientes potenciales y, lo que es más importante, motivar y mejorar la diversidad y la retención de talentos diversos. Esto tiene que ser un cambio cultural para nuestra agencia creativa Sincerely, porque entre todos queremos:

Ser una comunidad globalmente integrada, donde la inclusión consciente desata el poder creativo de nuestro talento y nuestro trabajo.

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